Acorté tu cielo para mirar todas tus estrellas,
caminé por ti para que nunca te cansaras,
dejé de saber palabras nuevas para ayudarte a sentir,
intenté construirme para no revolverme en ti,
descarné la piel que te mantenía cautiva para ver tus ojos libres,
acumule saliva para nunca humedecerte,
levanté mi espíritu para socorrerme
y aún así te ríes de mi mucha desgracia.
No me convences más, aún te amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario